Somos un ministerio que sirve con amor al todopoderoso, con el fin de plantar la palabra de Dios en el corazón de los niños, que es la edad más impresionable y la enseñanza que reciban dentro de estos años de vida es el cimiento que forjará su carácter, su conducta, sus valores morales y espirituales. De esta manera y por el poder del Espíritu Santo serán perfeccionados, afirmados, fortalecidos y establecidos en el llamado de Dios.